Pastelerías centenarias en España: un viaje por su dulce historia

Para aquellos amantes de la tradición pastelera, combinada con innovadoras técnicas, nuevos ingredientes y una experiencia gustativa inolvidable, en España hay verdaderos templos gastronómicos de la cocina dulce.
Madrid es un lugar perfecto para visitar las pastelerías centenarias de nuestro país, aquellas que ofrecen sus creaciones, y que forman parte de la nuestra cultura y nuestra historia. Pero también encontraremos establecimientos inolvidables en Barcelona, Valencia, el País Vasco, Alicante, Andalucía, y muchos lugares más.
MADRID
La capital de España es una referencia sobre pastelerías centenarias, confiterías, bombonerías, etc.
- Casa Mira, en la Carrera de San Jerónimo, fue fundada en el año 1855. Desde entonces, ofrecen a sus clientes estupendos surtidos en mazapanes, polvorones y todo tipo de dulces navideños. Son muy conocidos por sus exquisitos turrones.
- Antigua Pastelería del Pozo. Se dice de ella que es la pastelería más antigua de Madrid. Se creó en el año 1830 y sus hojaldres son sublimes. También son conocidos sus bartolillos, típicos madrileños. En Navidad no hay que dejar de probar también sus turrones y roscones de reyes, aunque se elaboran en cualquier día del año. En cuanto al local, es un viaje al pasado, con su balanza antigua y sus lámparas centenarias.
- Lhardy. Lhardy comenzó en el año 1839, como una confitería, aunque a lo largo de su trayectoria ha ido incorporando quesos, fiambres y otras delicias. Es un clásico su conocido consomé caliente o su espectacular cocido madrileño. El visitante puede disfrutar también de una tienda con gran variedad de delicatessen.
- El Riojano. El que fuera pastelero personal de la Reina Maria Cristina, Dámaso de la Maza, montó su pastelería propia en el año 1855. La misma Reina parece que le ayudó a financiar el proyecto inicial. En la actualidad se mantienen productos tradicionales castizos, como es el caso de sus azucarillos, elaborados con azúcar y agua, las Pastas del Consejo, los pestiños o los bartolillos. Al final del local se puede disfrutar de su salón de té donde podemos pasar una dulce velada probando las exquisitas creaciones de esta centenaria casa.
- La Mallorquina. El pastelero balear Juan Ripoll abrió su tienda de pasteles en el año 1894. Son conocidas sus ensaimadas servidas con chocolate, que se hicieron muy famosas. También son demandadas sus bambas de nata, los huesos de santo, las rosquillas, y sus napolitanas; pero una de sus creaciones “La trufa” es el deleite de varias generaciones de madrileños.
- La Duquesita. En 1914 se abrió este establecimiento. En su momento, en la Duquesita se elaboraba un exquisito roscón de reyes, así como los tradicionales bartolillos. El nombre de esta pastelería viene de una muñeca de alabastro de gran tamaño.
BARCELONA
Los pasteleros de Barcelona son vanguardistas, emprendedores e innovadores. En la ciudad condal, podemos encontrar pastelerías centenarias, auténticas referencias a nivel mundial.
- Foix de Sarrià, una pastelería tradicional creada en el año 1886, que se ha ido especializando en turrones y dulces artesanales, tartas de boda y diferentes platos preparados.
- Casa Vives 1895. Casa Vives es un lugar para disfrutar de un sublime chocolate, utilizado en diferentes pasteles y dulces. En la actualidad también ofrece a sus clientes productos de charcutería y vino. El Ayuntamiento la ha distinguido con el reconocimiento “Comerç Arrelat”, otorgano a las tiendas con más historia y compromiso social.
- Pastelería Escribá, Barcelona
Fundada en el año 1906, la pastelería Escribá ha ido transmitiendo un nuevo concepto a la hora de presentar sus creaciones. Más que exhibir sus postres, “crean ilusiones”, según su propio lema.
Además de sus exquisiteces navideñas, como turrones y mazapanes, hay una riquísima variedad de chocolates, postres de caramelo, bombones, tartas de boda, monas de Pascua, etc. Si se encarga una tarta personalizada, con un diseño original y exclusivo, el resultado final puede ser una verdadera obra de arte.
Además de disfrutar de sus postres, en los salones interiores de la pastelería Escribá se puede tomar un riquísimo chocolate caliente, o unos deliciosos café o té.
El resto de España
- Bilbao. En Bilbao, además de los conocidísimos pintxos, también hay muchas opciones dulces. Entre ellas, las trufas de la pastelería Arrese, en la Gran Vía bilbaína. Nació en el año 1852 y su tienda todavía muestra al visitante la decoración y elementos típicos de la época. Otros productos típicos son los pasteles de arroz y unas suculentas pastas de té.
Otro lugar de referencia es Martina de Zuricalday, donde hay que degustar sus palmeras, tartas, pasteles, macarons y los financiers. Se fundó en el año 1830 y es un emblema para la ciudad, con sus 200 años de historia.
- Vitoria. En la calle Eduardo Dato de Vitoria está situado el primer establecimiento de Confituras Goya, fundado en el año 1886. Un toque muy tradicional, mezcla de cocina dulce y cultura. A lo largo de su trayectoria, se han ido abriendo más locales. Lo más vendido de Confituras Goya son los bombones vasquitos y las llamadas “nesquitas”, unos pequeños dulces que se venden en latas metálicas.
- La pastelería de Santo Tomé, en Toledo, desde 1856, es toda una referencia española en lo que a mazapán se refiere. No todos los mazapanes saben igual, y el de Santo Tomé es único. En la famosa Plaza de Zocodover está una de sus tiendas, aunque hay más establecimientos, repartidos por la capital castellano-manchega.
- En Huesca está Ascaso, desde 1890, y no hay que dejar de probar sus pasteles rusos. Una excelente combinación de fórmulas y recetas tradicionales, con una técnica innovadora.
- Valencia. En la capital del Turia hay muchas opciones, en lo que a la repostería y pastelería se refiere. Uno de los establecimientos más visitados, es La rosa de Jericó, creada en 1890. La joya de la corona de esta pastelería es una incomparable tarta de manzana. Un cuidado de la calidad y las materias primas, consiguen unos productos que quien los prueba no olvidará fácilmente.
- Sevilla. La pastelería Ochoa, en la Calle Sierpes de Sevilla, ofrece a sus visitantes un hojaldre de superior nivel, así como una bollería recién hecha realmente exquisita. Ochoa forma parte importante de las pastelerías de Sevilla. Junto a los pasteles y productos de cocina dulce, sus visitantes tienen a su disposición menús diarios con desayuno, almuerzo y merienda.
Las pastelerías son el auténtico paraíso para los amantes del dulce. Pero, vistos todos estos ejemplos de creaciones en las pastelerías españoles centenarias, ¿quién podría resistirse a probar estos pequeños placeres seas o no goloso?