Nata para cocinar, imprescindible en tu cocina

El mundo culinario reúne una serie de factores y elementos históricos que terminan relatando cómo ha evolucionado la humanidad. Cómo la cocina evoluciona en función a las condiciones geográficas, climatológicas y culturales; cómo cada plato y cada receta reúnen un código de identidad según el lugar donde sean preparados. Es muy común que un ingrediente se repita con mucha frecuencia, como el caso de la nata para cocinar, esto tiene una valiosa razón de ser.
Con la evolución de la cocina, la globalización, el cruce de culturas y los cambios de la humanidad en general, los platos y recetas buscan renovarse y perfeccionándose en ese intento. La nata para cocinar es el ejemplo más claro de cómo un ingrediente no solo termina siendo primordial sino que además, se convierte en el detonante para cambiar de una manera drástica el curso de un plato, es por eso que resulta tan imprescindible su presencia en el mundo de la restauración.
La evolución de la nata para cocinar
La nata para cocinar es el ingrediente perfecto para una gran variedad de platos mayormente para cremas, salsas o quiches entre muchos otros. Esa fue su función principal cuando se introdujo en la cocina europea. La nata, por lo tanto, tenía la función de aportar un extra de sabor y una mayor funcionalidad para diferentes tipos de preparaciones.
Con el paso del tiempo números cocineros y reposteros han empezado a utilizar la nata para cocinar en sus creaciones dulces, muchas de las recetas como las variantes del Mousse, ya sea de mango o de limón o panna cota o chocolate o cremas para tartas, así como un sinfín de postres, cuentan con la nata para cocinar para lograr ciertas texturas propias del ingrediente en cuestión, pero con un contenido menor de grasa y por lo tanto más saludables y ligeras. En este sentido, nuestra nata para cocinar Ken Nata Culinaria sólo contiene un 18% de grasa siendo ideal para elaboración, por ejemplo, de postres semifríos.
La naturaleza de los postres requiere que sean de fácil disolución, una consistencia suave que solo la nata para cocinar puede lograr al mezclarse con otros productos procesados o naturales. Este elemento es clave para lograr que el cuerpo de la mezcla sea uniforme y unificado, para cuando llegue al paladar pueda disolverse con la velocidad exacta que permita que las papilas gustativas puedan identificar los diferentes ingredientes y sabores.
La nata para cocinar en creaciones gourmet
La nata para cocinar es utilizada primordialmente para la cocina tanto moderna como tradicional, este potente ingrediente también es utilizado en platos mucho más elaborados, mezclándose con proteínas, harinas, vegetales, licores, zumos y un sinfín de ingredientes y alimentos salados y o dulces. El poder de la nata convierte las mezclas en poderosas fusiones de sabor, que con sus componentes logran una forma mucho más agradable para el comensal.
Propuestas como el hojaldre de pollo con champiñón o el filete de buey con salsa de boletus y foie, son logradas con mayor precisión en sus sabores y texturas gracias a la nata para cocinar. La medida precisa de este ingrediente logra potenciar los sabores de las proteínas y sin ella, la consistencia del plato no sería tan sobresaliente a la hora de degustarlo. Sin duda su incorporación a este tipo de cocina es un valioso aporte para convertir a la nata en la aliada perfecta.
Otros platos de elaboración más inmediata como la crema de calabaza, la brantapa de bacalao y la tosta barrufakis, son algunas de las delicias que logran convertirse en opciones muy valoradas en las cartas gastronómicas de numerosos restaurantes, todas coinciden en el adecuado uso de la nata para cocinar.
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